miércoles, 5 de agosto de 2009

LOS BEBÉS DE MADRES FUMADORAS ACTIVAS O PASIVAS PUEDEN TENER BAJO PESO AL NACER



Aunque existen varios factores que dificultan que la mujer deje el cigarrilo, esta debe ser una decisión que debe darse antes del embarazo.
No cabe duda de que cuando una pareja fumadora busca un bebé, el primer paso para serlo es dejar el cigarrillo. Sin embargo, suena más fácil decirlo que hacerlo, debido a que la gran mayoría de los fumadores ha tenido por lo menos dos intentos para abandonar la adicción, que, como tal, necesita más ayuda terapéutica y farmacológica que voluntad exclusivamente.
De acuerdo con Juan Pablo Lozano, ginecoobstetra de Profamilia, un hombre con “tabaquismo pesado” que fume más de 10 cigarrillos al día tendrá una disminución en la calidad y cantidad de los espermatozoides, lo que por supuesto disminuirá la posibilidad de lograr un embarazo con éxito. La mujer será apta para tener un bebé en el mismo momento en el que apague su último cigarrillo. Desde hace dos décadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que abandonar el hábito de fumar genera las mismas repercusiones que dejar la heroína, cocaína o alcohol; es decir, se sufre un síndrome de abstinencia que lleva a muchos fumadores a retomar rápidamente el hábito.
Un gran porcentaje conoce las consecuencias del cigarrillo. Sin embargo, los componentes de este, en especial la nicotina, no permiten que la decisión esté mediada solo por el deseo. Por esa razón, es importante que ante la conciencia de un embarazo, el proceso para dejarlo comience con tiempo. Según la OMS, existen tres factores que dificultan esta decisión:
1. La nicotina es adictiva.Los fumadores y otras personas que consumen productos de tabaco padecen síntomas de abstinencia que con frecuencia les impiden dejar el tabaco.Para apoyar la decisión hacen falta políticas nacionales y locales que contribuyan debidamente al abandono del tabaquismo.
2. Humo y embarazo.Observaciones de la OMS han determinado que las adolescentes embarazadas tienen menos probabilidades de abandonar el hábito durante la gestación. La facilidad para conseguir los cigarrillos, su ambiente social y, en muchos casos, la prohibición de sus padres, los impulsa a continuar con la adicción.Según el ginecoobstetra Juan Pablo Lozano, los hijos de mujeres fumadoras corren un alto riesgo de nacer con bajo peso, pero no con malformaciones como se cree. La placenta puede alterarse, debido a que recibe las sustancias nocivas del tabaco y estas pasan hacia el bebé. Son amplias las consecuencias de que los bebés nazcan por debajo del estándar normal. Un estudio publicado en la revista científica Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism reveló que los niños recuperan su peso hasta los dos años, pero luego tendrían la tendencia a sufrir de sobrepeso o a desarrollar diabetes. La neonatóloga española Carmen Rosa Pallás Alonso asegura que si además del bajo peso, los niños nacen antes de tiempo, podrían presentar consecuencias nefastas, como que “el cerebro madura en un ambiente que no es el materno y no sabe bien cómo integrar los estímulos que recibe; entonces habría problemas del comportamiento y del aprendizaje. Pero la mayoría de los niños nace bien, aunque no se puede negar que sí es frecuente este tipo de alteraciones; casi el 50 por ciento tiene dificultades en el comportamiento y del aprendizaje”. “Es un error fumar en el posparto –dice el ginecoobstetra Juan Pablo Lozano– porque el bebé sería un fumador pasivo y tendría el mismo riesgo de la mamá de contraer todas las enfermedades, como cáncer EPOC.
3. Para dejar el cigarrilloLa Organización Mundial de la Salud recomienda:*Buscar ayuda, pues tal y como una adicción deben mezclarse tratamientos farmacológicos y terapias con expertos que permitan tener más herramientas para abandonar el hábito. *Cuando la mujer ya está embarazada puede ser complicado, debido a que no se recomienda el uso de drogas que sustituyen la nicotina en el cuerpo, ya que podrían pasar al bebé. La decisión debe tomarse antes de concebir. *La terapia es esencial, pues ayuda a los fumadores a controlar actitudes de ira, frustración, ansiedad o irritabilidad que se presentan al momento de dejar de fumar. Los efectos biológicos son la causa para que quienes tienen la conciencia para dejarlo, no lo logren. *Es esencial el apoyo de quienes rodean a los fumadores, pues impulsarlos en su deseo de abandonarlo o no fumar cerca es una gran ayuda.

Por Edna Edna Juliana Rojas H.

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