miércoles, 5 de agosto de 2009

SI NO SE VIGILA LA TENSIÓN ARTERIAL DURANTE EL EMBARAZO, LA MADRE Y EL BEBÉ PODRÍAN SUFRIR GRAVES REPERCUSIONES



La preeclampsia y la eclampsia son dos enfermedades que pueden atacar en cualquier momento de la gestación. Lo ideal es estar en controles médicos para evitar futuros problemas.
La preeclampsia es una de las primeras causas de mortalidad materna en el ámbito mundial. Según cifras del Dane, en Colombia fallecieron 536 gestantes durante el 2006. La hipertensión (70 casos), la eclampsia (58) y la hemorragia posparto (57) fueron las principales causas.
Esta enfermedad se caracteriza porque la paciente presenta tensión alta asociada a pérdida de proteínas por la orina. “Es la hipertensión asociada al embarazo que se presenta entre la semana 20 de gestación y hasta la primera semana del posparto. Compromete varios órganos, incluido el sistema vascular, el hígado, el sistema nervioso central, el sistema de coagulación y el riñón”, señala Álvaro Cano Quiñones, ginecoobstetra de alto riesgo obstétrico de la Clínica de la Mujer.
Las causas aún no están definidas. Según Giuliana Puccini Santamaría, ginecoobstetra de alto resigo obstétrico de la Unidad de Medicina Materno-Fetal de la Fundación Santa Fe de Bogotá, “hay factores predisponibles genéticos. Alguna de las teorías habla de que hay una incompatibilidad genética con el esposo, que no permite una adecuada adaptación de la madre al nuevo ser, así como factores ambientales que pueden predisponer; sin embargo, no se ha podido establecer una causa directa y no se presenta en todas las pacientes”. Cómo se manifiestaSe divide en leve y severa. En la segunda, la mujer presenta cifras tensionales más altas que la leve y una mayor cantidad de salida de proteínas por la orina.
“En esta clase, la mujer puede llegar con disminución en la orina y con disturbios visuales, cerebrales o auditivos. Ve borroso, oye pitos o tiene dolor de cabeza intenso. Puede, incluso, tener dificultad respiratoria, dolor en la boca del estómago o en la parte alta del abdomen porque se empiezan a romper los pequeños vasos por debajo de la cápsula del hígado”, explica la ginecoobstetra.
También se puede presentar dolor de cabeza, mareo e hinchazón de pies y manos. Cabe aclarar que “un 90 por ciento de las embarazadas se hinchan, pero menos de un 10 por ciento de ellas tienen preeclampsia”, aclara Cano. Este problema también se puede asociar con un bajo crecimiento fetal.
Es importante recalcar que, al sentir alguno de estos síntomas, la gestante se debe dirigir al servicio de urgencias de inmediato.

¿Cómo tratarla?Cuando es leve, se hospitaliza a la paciente y se le hace un seguimiento y monitoreo. La mujer permanece en reposo, mientras se espera que maduren los pulmones del bebé, si aún es prematuro.
Cuando hay severidad, la única solución es desembarazar. Se debe tener en cuenta que, entre más temprano se presente la enfermedad, existirá un índice más alto de gravedad, debido a que el niño aún todavía no ha madurado sus órganos y es más riesgoso que nazca.
De acuerdo con Puccini, “entre más temprana, más severa. La mayoría de las mujeres la presentan en las últimas semanas de embarazo; sin embargo, es importante no se confíen porque la enfermedad se puede desarrollar en cuestión de tres días”.
Por su parte, el ginecoobstetra Álvaro Cano afirma que “cuando se presenta en embarazos muy tempranos, algunos grupos hacen manejo expectante de la preeclampsia severa hospitalizando a la paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos e interviniendo con medicamentos para controlar la tensión, se administran líquidos, se realiza monitoreo continuo de los signos, etc. El resultado no ha sido muy alentador, pero ha prolongado algunos embarazos antes de tener que desembarazar”.

EclampsiaDespués de que una mujer presenta preeclampsia y además se compromete el sistema nervioso central y hay convulsiones o pérdida de visión, aparece la eclampsia. Es poco frecuente, pero es mucho más grave y puede actuar rápidamente, “entre 48 y 72 horas alrededor del parto”, dice la ginecoobstetra. “Es secundaria al aumento severo de tensión y es el paso culminante, ya que retornar de ella es muy difícil. Generalmente deja graves secuelas”, agrega. En estos casos, el manejo de la madre está siempre a cargo de la Unidad de Cuidados Intensivos, pues la mujer puede caer en estado de coma y hasta morir. El único tratamiento es interrumpir el embarazo.

Efectos secundariosEn el bebé:
- Disminución del crecimiento fetal
- Cuando es necesario interrumpir el embarazo antes de la semana 37, el niño nace prematuro.
- Si hay convulsión, se puede generar hipoxia y lesión neurológica fetal.
- Según investigadores de Oregon Health and Science University, en Portland, los hijos de mujeres que sufrieron preeclampsia o hipertensión gestacional serían propensos a sufrir un accidente cerebrovascular.
En la madre:
-La tensión alta puede ocasionar hemorragias o trombosis cerebral por lesión de los vasos cerebrales a causa de la presión.
- Se comprometen los órganos renales y generan insuficiencia renal y necesidad de diálisis.
- Hemorragia cerebral y rupturas en el hígado (hepática)
- Pérdida parcial o permanentemente de visión.
- Muerte de la mujer.
- De acuerdo con un estudio de la Pontificia Universidad Católica, en Santiago, las mujeres a las que les aumenta la presión durante el embarazo son más propensas de presentar enfermedad cardiaca a edad más temprana.

¿Es prevenible?Aunque no se puede prevenir, la gestante debe estar atenta a los factores de riesgo para monitorear la situación a tiempo. Es importante mantener una buena historia clínica y asisitir al control prenatal. “Luego, en la semana 11-14 se hace una ecografía de tamizaje genético que incluye un doppler para evaluar las arterias uterinas –dice el doctor Cano–; esto nos puede sugerir qué pacientes estan en riesgo para tomar medidas que podrían disminuir la frecuencia o la severidad de esta patología en la madre”.

¿Quiénes son propensas?Las mujeres que son muy jóvenes (menores de 18 años), mayores de 36 años y las que tienen bebé por primera vez. También aquellas con enfermedades de base que comprometen el sistema vascular –dice el ginecoobstetra Álvaro Cano– como, por ejemplo, la hipertensión crónica, las enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoidea, y la diabetes.
También, aquellas que tengan antecedentes de preeclampsia, pacientes con embarazos múltiples, con sobrepeso en la gestación o con alteración de colesterol y triglicéridos.

¿Hipertensión gestacional o preeclampsia?Son diferentes. La primera se caracteriza por presentar únicamente presión alta durante el embarazo, sin presencia de proteína en la orina. El 25 por ciento de las pacientes que presentan esta enfermedad evolucionan a preeclampsia y el otro 75 por ciento se recupera y no presenta ningún problema, dice la doctora Puccini.

Por Karen Johana Sánchez

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